Con playas semivacías y la escasa presencia de turistas, crecen la angustia y la incertidumbre de los empresarios por lo que ocurrirá en la temporada más importante del año para Acapulco, en el sureño estado mexicano de Guerrero, dos meses después del paso del devastador huracán ‘Otis’.
Las rentas de los hinchables banana y las motos acuáticas son mínimas, lo cual está provocando una situación económica muy grave en el sector náutico.
Jesús Martínez cuenta a EFE que su familia, que se dedica a la renta de equipo náutico, tras el impacto del histórico huracán perdió cuatro embarcaciones, y ahora solo trabajan con una que está la mayor parte del tiempo parada, así como las motos que están en espera sobre la franja de arena.
Hoteles de la zona solían ser los más abarrotados por los cientos de turistas que visitan el puerto, las playas de la Costera eran las más abarrotadas, sin embargo, se pueden constatar mesas y sillas vacías, así como sombrillas en espera de que sean ocupadas, incluso es mínimo el mobiliario que se renta, el que está colocado.
El empresario hotelero Jorge Laura asegura que varios están operando con normalidad, es el caso de su empresa, quien abrió con una ocupación del 80 % y espera que a finales de mes todas sus habitaciones estén funcionando, aunque pide comprensión de los visitantes, porque se tiene muchas limitaciones en los servicios, problemas en la telefonía y televisión de paga.
“Creo que estamos en condiciones de poder trabajar de una manera limitada, hay algunos servicios que todavía no se encuentran funcionando y operando al 100 %, pero si ya estamos en proceso y condiciones de poder trabajar y poder ir poco a poco reactivando la actividad aquí de Acapulco”, afirmó.
Para Jorge Laura la situación económica que está viviendo el sector hotelero “es muy preocupante”, sobre todo por el anuncio del cierre de varios hoteles, diversas empresas y marcas reconocidas en el puerto, así como el despido del personal que laboraba, pero la mayor preocupación son las cancelaciones en las reservaciones que se tienen todos los días.
“Hay mucha desconfianza por parte de los visitantes de poder venir a Acapulco, hay cancelaciones que se están dando, nosotros ya traíamos previo al huracán la temporada vendida al 100 %. La temporada de fin de año en Acapulco siempre es una temporada alta, de mucha ocupación y hemos visto cómo han venido algunas cancelaciones, pero a la vez al darse a conocer las noticias de que ya estamos algunas empresas reactivadas”, aseguró.
Para el empresario, el apoyo económico para la reconstrucción de Acapulco que ha brindado el Gobierno federal ha sido un respiro y algo paliativo para los habitantes, pero reconoció que ese recurso “no durará todo el tiempo”.
“Esperamos que los turistas puedan brindarnos su confianza, puedan venir y sean como siempre generosos, aunque reconoce que vengan conscientes que encontrarán un Acapulco con limitaciones, con algunas carencias en cuanto a servicios, zonas turísticas que podrán visitar para paseo, recreo y diversión pero no todas están listas y preparadas para recibirlos”, indicó.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su visita el pasado miércoles a Acapulco, aseguró que ya se tenían 127 hoteles funcionando tras el paso del huracán Otis y esperan que en las próximas semanas esta cifra aumente.