Aunque Washington se sumó a posturas comunes como la del G-7, expresando dudas y pidiendo la divulgación inmediata de los resultados, la Casa Blanca salió a mitad de semana a decir que ya estaba “perdiendo la paciencia” con el régimen. El jueves en la noche, el Secretario de Estado Antony Blinken elevó la apuesta con un comunicado en el que reconoció la victoria de González.
“Dada la abrumadora evidencia, está claro para Estados Unidos y, más importante aún, para el pueblo venezolano que Edmundo González Urrutia obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio”, dijo Blinken.
Indicó que las actas disponibles demuestran un triunfo “insuperable” y que los resultados se sustentan en encuestas de boca de urna y consultas con observadores independientes. Blinken felicitó a González “por su exitosa campaña” y dijo que ha llegado el momento “para que las partes venezolanas comiencen discusiones sobre una transición pacífica y respetuosa de acuerdo con la ley electoral venezolana y los deseos del pueblo venezolano”.