La nueva ley restringe sobre todo el ingreso de personas de terceros países que traten de ingresar a Finlandia a través del territorio ruso.
Facultan a los guardias fronterizos a impedir el cruce de migrantes, pero pueden aceptar solicitudes de asilo si consideran que es necesario dejar a personas que requieren la protección de sus derechos si se encuentran en una situación delicada.
Por ejemplo, permitirían el ingreso de personas que corren riesgo de ser asesinados, torturados o denigrados gravemente del país del que provienen.
Contra las maniobras rusas
El Gobierno de Finlandia acusó que Rusia incita a migrantes de países como Siria o Somalia a cruzar la frontera.
Esto sería una represalia del gobierno de Putin en contra de Finlandia por ser uno de los dos últimos miembros que se unieron a la OTAN, la mayor alianza militar del mundo, encabezada por Estados Unidos y rival directo de Rusia.
Desde Helsinki han calificado la maniobra del Kremlin como una “guerra híbrida” con la cual quieren meter presión al sistema migratorio como un nuevo problema social.
Como Finlandia entró a la OTAN, en un hipotético ataque ruso, todos los miembros de la organización están obligados a intervenir en defensa del país nórdico, lo que significaría una guerra directa entre Rusia y Estados Unidos.
Desde la Comisión Europea externaron preocupaciones por la nueva ley finlandesa por posibles afectaciones en derechos humanos, aunque el gobierno en Helsinki defiende que el estado derecho es fuerte.
Ya en ocasiones anteriores Finlandia ha cerrado temporalmente la frontera, en medio de la guerra de Rusia mantiene sobre Ucrania.