El presidente Joe Biden declaró estar “firmemente comprometido” a seguir en la carrera presidencial para su reelección a pesar de las especulaciones en la prensa y más.
Luego de su fallida actuación en el debate presidencial ante Donald Trump, donadores y demócratas elevaron el coro a los señalamientos en las bases de que la edad del presidente es uno de los factores por los que no debe contender por un segundo término.
En los últimos 10 días, manifestó, ha tenido conversaciones extensas con el liderazgo del partido, funcionarios electos, miembros de distintos rangos y votantes demócratas.
Reconoció la preocupación de los votantes, pero afirmó que no competiría de nuevo si no estuviera absolutamente seguro de ser el mejor candidato para vencer a Trump en 2024.
Expresó que en el proceso interno, donde fue el principal candidato, obtuvo 14 millones de votos.
En estas primarias demócratas no enfrentó competencia seria, ya que solo tuvo como rivales a la escritora Marianne Williamson, el activista anti-vacunas Robert F. Kennedy Jr., el legislador Dean Phillips, el empresario Jason Palmer y una coalición de votantes musulmanes y socialistas.
Excusándose en la interna, Biden reiteró que fue nominado por los votantes demócratas y cuestionó si sus votos no contaron para que sea reemplazado en la boleta.
“Los votantes- y solo los votantes- deciden al candidato del Partido Demócrata”.
El presidente enfatizó en sus logros, principalmente en materia económica como crear 15 millones de empleos, alcanzar niveles históricos de desempleo, expandir el acceso a la seguridad social, reconstruir la infraestructura pública, además de reducir los costos de medicamentos y otorgar liberación de deuda escolar a unos 5 millones de estadounidenses.
Señaló las políticas contra la población que impulsarán Trump y los legisladores aliados, entre ellos la prohibición del aborto y el recorte a impuestos para los más ricos.
Para el politólogo Joshua A. Cohen, esto representa una estrategia de “apuntar un arma a la cabeza del partido”. Por un lado al insistir en que se mantendrá como el candidato espanta a quienes hubieran apoyado un cambio y deja claro que si siguen con las presiones en los medios será un candidato que perderá, dañado por sus propios compañeros.