Las autoridades, tras realizar un trabajo conjunto entre la Guardia Civil Española y el FBI, informaron que fueron capaces de evitar la amenaza.

Según la información, la organización involucrada fue el Estado Islámico.

En total fueron dos ataques, el primero directamente contra el autobús del Real Madrid y el segundo dirigido a su afición en el Estadio Santiago Bernabéu.

Las autoridades dieron a conocer que el equipo español era un objetivo para la organización terrorista.