Una sonda espacial china despega de la cara oculta de la Luna con muestras de roca en una exitosa misión de exploración lunar. La sonda Change-6, parte del programa Chang’e de China, ha recopilado muestras del suelo lunar y se dirige de vuelta a la Tierra en una cápsula de reingreso que se espera aterrice en Mongolia Interior el 25 de junio. Esta misión es la segunda diseñada para traer muestras, después de la exitosa misión Chang’e 5 en 2020.
El sitio de aterrizaje de la sonda en la Cuenca Aitken en el polo sur de la Luna es de gran importancia, ya que es el cráter más antiguo y grande de la Luna, con una profundidad de 13 kilómetros y un diámetro de 2.500 kilómetros. Se espera que las muestras recopiladas proporcionen información valiosa sobre la historia de la Luna y posiblemente sobre el origen del sistema solar.
China ha demostrado ser una potencia espacial en ascenso, compitiendo con Estados Unidos, Japón e India en la exploración del espacio. Con la ambiciosa meta de enviar un ser humano a la Luna antes de 2030, China busca convertirse en la segunda nación en lograr este hito, después de Estados Unidos. Mientras tanto, la NASA ha postergado su plan de enviar astronautas a la Luna nuevamente hasta 2026.
La misión Chang’e de China es parte de una creciente rivalidad en la exploración espacial y demuestra el compromiso del país con la exploración y el descubrimiento en el espacio. Con cada nueva misión, China continúa avanzando en su posición como potencia mundial en ascenso en el ámbito espacial.