La Casa Blanca ha informado a legisladores que el presidente Joe Biden se prepara para emitir un decreto que suspenderá la recepción de solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos una vez que el número de encuentros diarios con migrantes fuera de los puertos oficiales de ingreso llegue a 2,500, y la frontera se reabrirá cuando esa cifra se reduzca a 1.500.
La cifra de 2.500 significa que el decreto podría entrar en vigor de inmediato, debido a que actualmente los encuentros diarios superan esa cantidad. Se prevé que el mandatario dé a conocer sus planes en la Casa Blanca el martes en un evento al que han sido invitados alcaldes de comunidades fronterizas.
Cinco personas al tanto de las discusiones confirmaron la cifra de 2.500 el lunes, y dos de ellas confirmaron la cantidad de 1.500. Las cifras son de promedios diarios en el transcurso de una semana. Todas las personas insistieron en mantener el anonimato para discutir una orden ejecutiva que aún no es pública.
Aunque se tiene previsto que continúen otras actividades fronterizas —como el comercio—, el límite de 1.500 encuentros con el que se reabriría la frontera a los solicitantes de asilo podría ser difícil de alcanzar. La última vez que el promedio diario cayó por debajo de los 1.500 encuentros fue en julio de 2020, durante la pandemia de COVID-19.
Altos funcionarios de la Casa Blanca, incluido el jefe de despacho Jeff Zients y la directora de asuntos legislativos Shuwanza Goff, han estado informando a los legisladores en el Capitolio sobre los detalles del plan antes del anuncio formal del martes. Sin embargo, existen varias dudas sobre el funcionamiento de la orden ejecutiva, en especial qué tanta cooperación se requiere de las autoridades mexicanas para implementar la medida.
El presidente ha estado sopesando durante meses la posibilidad de actuar por su cuenta, después de que una iniciativa bipartidista para restringir el asilo en la frontera se vino abajo debido a que los republicanos se retractaron del acuerdo a instancias de Donald Trump, el expresidente y virtual candidato presidencial republicano. Biden siguió considerando una acción ejecutiva a pesar de que el número de cruces ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México ha disminuido durante meses, en parte gracias a una labor más intensa por parte de México.
Funcionarios del gobierno de Biden habían esperado a que pasaran las elecciones presidenciales en México, las cuales se llevaron a cabo el domingo, para seguir adelante con los planes fronterizos del mandatario. México eligió a Claudia Sheinbaum como presidenta, y Biden dijo el lunes en un comunicado que estaba comprometido a impulsar los valores e intereses de ambas naciones para el beneficio de nuestros pueblos. Ambos sostuvieron una conversación telefónica el lunes, aunque la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se negó a decir si hablaron sobre el decreto.
La orden ejecutiva le permitirá a Biden declarar que ha ido más allá de los límites de su propia autoridad después de que los legisladores, en particular los republicanos, echaron abajo lo que habrían sido las restricciones fronterizas y al asilo más estrictas en mucho tiempo. El decreto de Biden tiene como objetivo frenar cualquier posible repunte de encuentros fronterizos hacia finales de este año, cerca de las elecciones presidenciales de noviembre.