El Ejército israelí anunció este lunes la retirada de sus tropas del hospital Shifa, en ciudad de Gaza, tras dos semanas de asalto que han dejado un rastro de destrucción con muchos edificios quemados, mientras que las autoridades gazatíes han reportado cuerpos calcinados y en descomposición en el centro, que ha quedado fuera de servicio.
«Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas en torno al hospital Shifa y abandonaron el área del hospital», confirmó un comunicado castrense, después de que testigos presenciales palestinos confirmaran a EFE la retirada de las tropas alrededor de las 4.30 horas (1.30 GMT).
Durante sus operaciones en el hospital, que comenzaron hace dos semanas con el asedio al centro, Israel asegura haber eliminado a unos 200 «terroristas» e interrogado a unos 900 sospechosos, entre los que identificó a más de 500 miembros de Hamás y la Yihad Islámica, incluidos altos cargos.
El hospital Shifa, el mayor de toda la Franja y uno de los pocos en el norte que funcionaba de manera parcial, ha quedado totalmente fuera de servicio tras dos semanas de operación militar.
«La destrucción del complejo hace que sea imposible retomar el trabajo y el hospital ha quedado fuera de servicio», afirmó el director del Shifa, Marwan Abu Saada.
Las imágenes difundidas sobre el estado del hospital Shifa tras la retirada de las fuerzas israelíes muestran destrucción en toda el área, con edificios destruidos y grandes partes del complejo médico calcinadas por el intenso fuego de los ataques iniciados el 18 de marzo.
El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Busal, denunció que, tras la salida de las tropas israelíes, han encontrado dentro del hospital cadáveres con signos de haber sido ejecutados, otros calcinados y también en estado de descomposición.
«La mayoría de los cuerpos se están descomponiendo y llegamos a cuerpos que son esqueletos quemados dentro del complejo médico», afirmó Busal, quien señaló que es difícil hacer recuento de víctimas porque las tropas israelíes «levantaron las calles con retroescavadoras y enterraron los cuerpos».
Por su parte, el portavoz castrense israelí Daniel Hagari, dijo hoy que Hamás convirtió el hospital en un cuartel general militar, destruyéndolo. «Había más terroristas en el hospital que médicos y personal sanitario», afirmó Hagari en una videoconferencia de prensa, sin dar pruebas.
A la espera de ese conteo, el total de muertos en casi seis meses de guerra superó los 32.800 y los heridos los 74.500.
El Ministerio de Sanidad de la Franja, gobernada por Hamás, indicó ayer que las dos semanas de operación militar en el entorno del Shifa se habían cobrado al menos 400 vidas durante la destrucción de más de mil viviendas en los alrededores, a falta del recuento de víctimas dentro del complejo médico.
Quedaban ayer dentro del recinto 107 pacientes «en condiciones inhumanas, sin agua, medicinas, comida o electricidad», incluidos 30 discapacitados y unos 60 miembros del personal médico.
Entre ellos, un herido y enfermo con diabetes, superviviente a este nuevo asalto al Shifa, relató que no había recibido ningún tratamiento médico en 15 días y que fue trasladado varias veces de un departamento a otro mientras «los sonidos de las explosiones no cesaban».
«No puedo creer que todavía esté vivo», afirmó en un vídeo difundido por las autoridades sanitarias de la Franja.
Otro superviviente relata que estaba acostado en su cama cuando de madrugada, hace dos semanas, las tropas israelíes irrumpieron en el hospital «bajo cobertura de fuego y violentos bombardeos».
«No hubo líneas rojas en los asesinatos ni torturas, recurrieron a las formas más atroces y humillantes contra nosotros. Disparaban sobre nuestras cabezas sólo por diversión», señaló.
Esta ha sido su cuarta incursión contra uno de los pocos hospitales que quedaban parcialmente operativos en el norte de la Franja, que Israel justificó tras recibir «precisa información de inteligencia» sobre la presencia de milicianos dentro del complejo.
«Ha sido una de las operaciones más exitosas del Ejército dentro de la Franja, por el alto número de operativos terroristas que hemos eliminado o capturado, muchos más de los que pensábamos inicialmente», indicó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.
El portavoz insistió en que la fuerzas israelíes hicieron todo lo posible por minimizar los daños de civiles y que evacuaron a más de 300 pacientes.
«El horrendo crimen cometido por la ocupación en el complejo Shifa confirma la naturaleza de esta entidad fascista que se aleja de los valores de la civilización y la humanidad», lamentó el grupo islamista Hamás, que gobierna de facto la Franja.
El Ministerio de Sanidad también denunció que el hospital Nasser, el principal de Jan Yunis, en el sur, que sufre desde hace más de una semana el asedio de las tropas israelíes, está al borde del colapso y pidió actuar a las instituciones internacionales.
«Que el Nasser quede fuera de servicio es un duro golpe para los servicios de salud, que se han reducido a sus niveles más bajos, especialmente después de la pérdida de la mayor parte de los servicios médicos en el norte», indicó.
Ante la «parálisis casi total» del sistema sanitario, el ministerio hizo un llamamiento a que los desplazados no busquen más refugio en los hospitales para limitarlos a enfermos y heridos, de modo que puedan recibir el tratamiento adecuado y evitar el hacinamiento y la propagación de enfermedades.