Jared Kushner, yerno de Donald Trump y considerado una figura que aún ejerce gran influencia sobre el expresidente de EE.UU., cree que una de las soluciones a la guerra de Gaza sería trasladar a los palestinos al desierto israelí del Neguev.
Aunque sus palabras datan del 15 de febrero, y que la Universidad de Harvard -donde él intervenía- las posteó dos semanas después en un canal de YouTube-, ha sido en las últimas horas cuando se ha generado cierta polémica por el alcance de esas palabras y de otras en las que dice que la costa de Gaza podría ser «valiosa» para los inversores.
El propio Kushner salió el martes a defenderse en su cuenta de X diciendo que hay personas «utilizando de forma deshonesta partes» de su discurso «con propósitos sensacionalistas» y ofreció un enlace a su intervención completa, además de agregar que las palabras no dejan lugar a dudas.
Nada más comenzar el acto, y preguntado por sus ideas para terminar con la guerra, Kushner dice: «Si yo fuera Israel ahora mismo, demolería con excavadoras partes del Neguev y trataría de trasladar a la gente allí. Ya sé que no es la solución más popular, pero sí la mejor de forma que uno puede ir y terminar el trabajo (en Gaza)».
«Con la diplomacia correcta, creo que eso puede ser posible», añade, tras reconocer que Egipto, el país fronterizo con Gaza, se ha mostrado contrario a los desplazamientos masivos de palestinos y, aunque no lo menciona, también la ONU lo ha hecho en términos tajantes.
Otra de las frases que causó controversia es cuando aludió al eventual valor inmobiliario de Gaza: «Las propiedades en la primera línea marítima de Gaza podrían ser muy valiosas, si la gente pudiera enfocarse en construir modos de subsistencia».
Kushner, casado con Ivanka Trump, ejerció como consejero de Donald Trump durante su presidencia (2017-2021) y tuvo a su cargo las relaciones con el mundo árabe; se le considera padrino de los Acuerdos de Abraham, como llamó EE. UU. a los varios acuerdos de reconocimiento de Israel de países árabes como Emiratos Árabes, Baréin y Marruecos.
Tras el tumultuoso final del Gobierno de Trump, Kushner (de confesión judía) aseguró que no volvería a la Administración en caso de que su suegro regresara al poder, pero sigue siendo considerado un hombre con gran influencia en el líder republicano en temas árabes y un defensor a ultranza de la alianza con Israel.