La campaña presidencial de 2024 se reanudará el sábado en el mismo lugar donde terminó la contienda en 2020. O, más precisamente, donde nunca terminó del todo.
Hace cuatro años, el margen en Georgia fue tan estrecho que el republicano Donald Trump enfrenta una causa judicial aquí por su ofensiva para “encontrar 11.780 votos” y anular la victoria del demócrata Joe Biden. Ahora que los triunfos en las primarias de sus respectivos partidos dan lugar casi con certeza a una revancha, los contendientes realizarán actos de campaña en un estado que ambos consideran cruciales para su victoria en noviembre.
“Somos un verdadero estado en disputa”, dijo la legisladora demócrata Nikema W·illiams, a la vez presidenta del partido estatal.
En Georgia, otrora un baluarte republicano, la diferencia se ha estrechado a tal punto que ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo describir la situación actual. “Un estado 52-48”, dice el gobernador Brian Kemp, cuyo partido controla el ejecutivo estatal. “No somos azules (demócratas), no somos rojos (republicanos)», responde Williams, «sino violáceos», definición que respalda con la victoria de Biden en 2020 y de los dos senadores demócratas Raphael Warnock y Jon Ossoff, que Georgia envió a Washington.
En todo caso, coinciden en que tanto Biden como Trump tienen un camino a la victoria, pero plagado de obstáculos.
“Las cifras de Biden están por el suelo por muchas y buenas razones, y podemos hablar sobre ello. Por eso, sin duda, Trump puede ganar la contienda”, dijo Kemp en un foro reciente auspiciado por el diario político online Punchbowl News. “También creo que puede perder. Pienso que va a ser mucho más difícil de lo que cree la gente”.
Biden ganó por un cuarto de punto porcentual en 2020. Warnock ganó su banca en el Senado por tres puntos en 2022. Kemp ganó la gobernación en 2018 por 1,5 puntos, pero amplió su margen de reelección en 2022 a 7,5 puntos, una brecha espectacular en un estado tan disputado.
En cada una de esas elecciones, los demócratas se impusieron por amplio margen en la zona metropolitana de Atlanta, donde Biden hablará más tarde. También tuvieron buenos resultados en Columbus, Savannah y un puñado de distritos rurales de mayoría negra. En cambio, los republicanos dominaron otras zonas rurales, pequeñas ciudades y las poblaciones diminutas como Rome, donde el expresidente se presentará en las próximas horas, en el distrito representado en el Congreso por la activista archiconservadora Marjorie Taylor Greene.