Los Gobiernos de Polonia y la República Checa rechazaron este martes el traslado de soldados propios a Ucrania, una opción lanzada ayer por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien no descartó el envío de efectivos europeos para apoyar al país invadido por Rusia hace dos años.
«Polonia no considera enviar cuerpos de su ejército a Ucrania. No deberíamos especular sobre esto», dijo ante la prensa en Praga el primer ministro polaco, Donald Tusk, tras una reunión con su homólogo checo, Petr Fiala.
«La ayuda más efectiva para Ucrania es aumentar el gasto militar», para que Rusia vea «que se enfrenta a países capaces de actuar», agregó el jefe de Gobierno polaco.
«No consideramos el envío de soldados, sino que queremos desarrollar los caminos de ayuda ya abiertos contra la agresión, para que (los ucranianos) puedan defenderse, y que los objetivos del régimen de Putin no se cumplan», agregó Fiala.
Para el mandatario conservador checo, «Ucrania debe tener éxito» y para ello necesita «apoyo fuerte militar, humanitario, económico y financiero».
Por otra parte, Tusk denunció la falta de apoyo a Ucrania entre algunos socios europeos y pidió que se involucren más en la iniciativa checa de envío de más municiones a Kiev.
«Si todos (en la UE) se involucraran, no habría necesidad de discutir otras formas de apoyo», dijo el primer ministro polaco.