La estrategia innovadora de la Policía de Sao Paulo de infiltrar a agentes disfrazados del personaje Chapulín Colorado en las fiestas callejeras del Carnaval ha demostrado ser efectiva en la lucha contra el crimen, especialmente en la prevención de robos de teléfonos móviles, un problema recurrente durante estas festividades.
El disfraz del Chapulín Colorado proporcionó a los agentes un factor sorpresa crucial que les permitió atrapar a los delincuentes in fraganti, lo que suele ser difícil debido a la rapidez con la que estos actúan en este tipo de delitos.
“Esta mujer que aparece en el video fue detenida junto con otros cuatro ladrones de celulares en la cuadra Carnaval, en la región de Ibirapuera, el sábado pasado, por la Policía Civil”
‘Nuestra planificación nos permitió actuar con antelación a conductas delictivas y poder llevar a cabo incidentes como este. El robo y hurto de teléfonos móviles es un delito muy rápido. Para captar esta situación, fueron imprescindibles policías disfrazados de juerguistas’, especificó el funcionario.
En este caso particular, los policías disfrazados lograron detener a una pandilla dedicada al robo de celulares, que había sustraído varios dispositivos durante una fiesta callejera en la zona sur de la capital paulista. La rápida acción de los agentes permitió detener a cuatro personas y recuperar seis teléfonos móviles.
Se trata del primer año en que la Policía de Sao Paulo adopta esta estrategia para poder atajar el crónico problema de los robos y hurtos de teléfonos móviles durante estas festividades durante las cuales, este año, se registraron 534 denuncias de este tipo de delitos en la urbe.
Los datos divulgados por la Policía Civil del estado de Sao Paulo revelan que durante los días de fiesta se detuvieron a un total de 59 personas por diversos crímenes, y se logró recuperar una considerable cantidad de celulares y tarjetas bancarias.
Esta exitosa operación demuestra la importancia de la innovación y la creatividad en las estrategias policiales para combatir el crimen, así como la eficacia de adaptar métodos no convencionales para abordar los desafíos específicos de seguridad en eventos masivos como el Carnaval.