El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador finalizó este viernes el escrutinio de las elecciones presidenciales del domingo y oficializó la reelección del presidente Nayib Bukele con un arrasador 82.66% de los votos.
El gobernante obtuvo 2.7 millones de votos, incluidos los del exterior, de un total de 3.2 millones de sufragios, lo que da un 82.66% tras escrutarse 100% de las 8 mil 644 juntas receptoras de votos, explicó en una declaración a la prensa la presidenta del TSE, Dora Martínez.
¿Cómo quedaron los candidatos de la oposición en las elecciones de El Salvador?
Martínez agregó que el candidato presidencial de la exguerrilla izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel Flores, quedó en segundo puesto con un lejano 6.25% de la votación.
En tanto, Joel Sánchez, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), obtuvo 5.44%, según el escrutinio final. El padrón electoral para la elección de 2024 era de 6.2 millones de personas, de las que votaron 3.2 millones para «una participación de 52.60%», agregó Martínez.
El FMLN y Arena, alternaron el poder desde el fin de la guerra civil (1980-1992), pero sus expresidentes afrontaron sonados casos de corrupción. Bukele ganó la presidencia por primera vez en 2019 y rompió ese bipartidismo.
Tras concluir el escrutinio final, Bukele agradeció en su cuenta en la red social X «al pueblo salvadoreño» por el apoyo electoral. El TSE comenzará ahora el escrutinio de las elecciones legislativas.
El presidente Bukele goza de una alta popularidad gracias a su tenaz «guerra» contra las pandillas que ha hecho descender la criminalidad que causaban esos grupos criminales. La «guerra» contra las pandillas es sostenida por un régimen de excepción vigente desde hace dos años y el cual fue extendido este viernes por un mes más por el Congreso.
Bajo ese régimen, cuestionado por organismos de derechos humanos pues permite detenciones sin orden judicial, han sido detenidos 77 mil 300 sospechosos, de los cuales 7 mil fueron liberados tras ser probada su inocencia.