«De mis bienes solo tengo una casa, que por cierto ya la entregué a mis cuatro hijos. No tengo nada, mis libros que ya entregué, como tengo mi testamento, todos los libros de mi oficina van a ser para Laura, y mis hijos tienen lo que me corresponde, Beatriz también. Yo no tengo nada y nunca he tenido una tarjeta de crédito. Es más, no sabría yo cómo llenarla», declaró el presidente.

López Obrador destacó la transparencia en la distribución de sus bienes entre sus hijos, reafirmando su compromiso con la austeridad y la honestidad. «No tengo nada que esconder», añadió.

AMLO expresó su gratitud hacia aquellos que iniciaron con él el movimiento y que ya no están presentes. «Cada vez que me entero de que ya hay uno menos de los que fueron propulsores del movimiento, me duele mucho», compartió el presidente.

Sin embargo, López Obrador aseguró al pueblo de México que no hay nada que temer y que el movimiento seguirá avanzando. «No nos preocupemos por las campañas mediáticas, ya no tienen efecto. No es para presumir, pero estamos muy arriba», concluyó el mandatario, proyectando confianza en el futuro de su administración y el legado del movimiento que lidera.