En una conferencia de prensa, la legisladora acusó a su líder por explotación, moches y corrupción.
Explicó que en noviembre de 2023, siendo ella presidenta del OMNPRI, Alito le pidió modificar su programa de capacitación con universidades como la UNAM e ITAM, por uno con un proveedor ‘patito’.
Esto, dijo, con la intención de ‘reducir costos’ y para que de este modo el partido se quedara con 32 millones de pesos.
Sin embargo, ella se negó y desde entonces «he vivido una serie de situaciones que lamento mucho, que no pensé jamás tener que vivir.
Tengo 20 años de militancia en el partido, nunca he dejado de trabajar por los ideales de nuestro partido».
Destacó que, tras negarse, Moreno y Gerardo Gutiérrez, secretario de Finanzas del PRI, comenzaron a acosarla, intimidarla y hasta vetarla de reuniones oficiales.