El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó que esta semana, a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en coordinación con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, facilitó vuelos de expulsión a América Central y Venezuela el 26 y 27 de diciembre, que incluyeron a adultos solos y unidades familiares.
El gobierno estadounidense señaló que si un ciudadano extranjero llega y no tiene un fundamento legal para permanecer en ese país será procesado y expulsado rápidamente, de conformidad con lo establecido por las leyes estadounidenses.
Desde el 12 de mayo, el DHS ha expulsado o devuelto a más de 460 mil personas, la gran mayoría de las cuales cruzaron la frontera sudoeste, incluidos más de 75 mil miembros individuales de familias.
Detallaron que en siete meses, esto prácticamente supera el número de retornos realizados en todo el año fiscal 2019. Las expulsiones diarias y los retornos por autoridades de aplicación de la ley son casi el doble de lo que eran en comparación con el promedio anterior a la pandemia (2014-2019), agregaron.