Estados Unidos anunció la reapertura de los cruces ferroviarios en Texas que habían sido cerrados a principios de semana. Esto se dio luego de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mostrara su disposición a tomar nuevas medidas para enfrentar el creciente flujo de migrantes que llegan a la frontera estadounidense. Ambos mandatarios acordaron reforzar la vigilancia fronteriza durante una conversación que tuvieron.
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, informó que la conversación entre López Obrador y el presidente Joe Biden concluyó con el acuerdo de que se necesitaba una mayor vigilancia fronteriza para poder reabrir los cruces. Esta interrupción del servicio ha causado pérdidas millonarias para México, según la patronal mexicana.
Además, Estados Unidos anunció el envío de una delegación de altos funcionarios a México para discutir y decidir nuevas medidas. López Obrador confirmó que los estadounidenses quieren que México haga más para bloquear a los migrantes en la frontera con Guatemala y dificultar su paso por el país, pero aseguró que su gobierno no solo busca acuerdos con Estados Unidos, sino que también aspira a que este país inicie conversaciones con Cuba y brinde más ayuda a los países de origen de los migrantes.
La creciente afluencia de migrantes, especialmente venezolanos, cubanos y centroamericanos, ha colapsado algunos cruces fronterizos y provocó el cierre de los pasos ferroviarios de Eagle Pass y El Paso en Texas el pasado lunes. Sin embargo, el viernes se anunció su reapertura, destacando que los ajustes realizados durante la semana buscan maximizar la capacidad de respuesta y aplicación de la ley en esos puntos.
Además, el presidente Biden ha solicitado a funcionarios de alto nivel que viajen a México para dialogar con López Obrador y su equipo y explorar qué más pueden hacer juntos. Según se informó, esta visita probablemente tendrá lugar el 27 de diciembre.
Los empresarios mexicanos habían estado presionando para la reapertura de los cruces, ya que los cierres con Texas generan pérdidas diarias de alrededor de 100 millones de dólares en retrasos de envíos y representan un fracaso en la política migratoria. México depende en gran medida del ferrocarril para recibir maíz, soja y autopartes desde Estados Unidos.
Aunque algunos cruces fronterizos seguirán cerrados, como el de Lukeville en Arizona y los de San Diego, Eagle Pass y Nogales, esta reapertura representa un paso importante para controlar la migración y restablecer el flujo comercial entre ambos países.
Cabe destacar que estas reuniones entre México y Estados Unidos se producen en un momento en que los legisladores de ambos partidos debaten cambios en la política fronteriza, dentro de una conversación más amplia sobre la ayuda estadounidense a Ucrania e Israel, que son las principales prioridades de la política exterior de la Casa Blanca.