Ana Araujo habla de la situación sentimental en la que estaba con Pablo Lyle en marzo de 2019, cuando tuvo lugar el suceso que lo llevó a prisión por el delito de homicidio involuntario, pues asegura que en ese momento ya estaban a punto de comenzar con su proceso de divorcio, sin embargo, la batalla legal que el actor tuvo que enfrentar detuvo la disolución de su matrimonio.
Explicó que, además de ser su marido y el padre de sus hijos, era un gran amigo al que nunca dudó en dejar solo.
Tras nueve meses de que el actor recibiera la sentencia que le correspondía, su exesposa Ana Araujo se sincera y habla de cómo vivió la condena de Pablo tras casi cuatro años de espera para que fuera sentenciado. Esto ocurrió en entrevista con Aislinn Derbez, que se dio a la tarea de contactar a la originaria de Torreón para que le hablara de su experiencia, quien aceptó gustosa, pues aseguró que era una forma de poder compartir la historia de cómo sucedieron los hechos verdaderamente y no de la forma en que los medios la han contado.
La declaración que más sorprendió fue la que Ana hizo respecto a la fractura que ya existía en su matrimonio, a poco tiempo de que Lyle protagonizara una discusión pública con el ciudadano estadounidense Juan Ricardo Hernández, que murió tras recibir un golpe del actor, cuando se encontraba de vacaciones con su familia en Miami, situación que dejó a Ana sin posibilidades de alejarse de Pablo, quien necesita de todo su apoyo en esos momentos.
«Pablo y yo ya estábamos en un proceso de divorcio, entonces cuanto todo eso sucede, a mí sí me agarró muy desprevenida porque no tenía nada planeado, ni que para que él no estuviera, me volteó la historia porque ya habían pasado situaciones en nuestra pareja que ya nos había llevado, sobre todo a mí, a tomar esta decisión, y cuando sucede todo esto, para mí fue como de: ‘Ay, Dios ¿qué hago?’, pero al verlo tan tocado a él, no había manera de que decidiera seguir con el divorcio», precisó.
Este fue el comienzo de una evolución emocional para Araujo que, al casarse con el actor, dejó atrás muchos de sus sueños y proyectos, pues tenía la universidad trunca y con la llegada de Mauro, el hijo que comparten en común, y la crianza de Arantza, la hija que Ana tuvo en otra relación pero que Pablo adoptó como suya, se concentró en la crianza de los pequeños y en procurar su matrimonio. De hecho, la joven confesó que se le hizo sencillo dejar de trabajo como locutora en la radio, ante la prosperidad que la carrera como actor de Lyle les ofrecía como familia.
«Yo me embaracé a los 21 años, entonces se me cruzó con la carrera, yo estudié comunicación, se quedó trunca, fui locutora de radio; hubo muchas cosas en mi vida que sí dejé a medias por mis embarazos y, al final, me casó con una persona que estaba metida en el medio, que tenía una carrera por delante, que le iba muy bien y como que ya no me vi mucho en la necesidad de seguir trabajado», expresó.
Por ello, cuando el actor ya no estuvo presente y el dinero que tenía ahorrado, el cual granjeó a lo largo de toda su carreta, se acabó, Ana tuvo que hacerse de lo poco que tenía para emprender un negocio propio de postres saludables, pues de un día a otro tuvo que velar sola por la crianza de sus hijos, sin embargo, mostró gratitud por todas aquellas personas que se acercaron a ella para extenderle la mano en los momentos más complicados que atravesó.
Araujo aseguró que hasta en la propia escuela de sus hijos, le ofrecieron una beca para que los pequeños pudieran seguir con sus estudios y, cada Navidad, recibía mensajes de personas que la querían apoyar para obsequiarle regalos a Arantza y Mateo, apoyo que le permitió invertir en su negocio que hoy es muy exitoso y la ha ayudado a seguir adelante y demostrarse que tiene la capacidad de ver por sí misma y su familia.
En septiembre pasado, Ana publicó las primeras imágenes con su nueva pareja, decisión por la que llegó a ser criticada por lagunas usuarias y usuarios que vieron la acción con sinónimo de deslealtad al actor y su situación actual.