Aviones de combate del Ejército israelí atacaron este domingo «infraestructura terrorista» del grupo chií Hizbulá en el sur de El Líbano en respuesta al lanzamiento de diez proyectiles de mortero hacia la localidad fronteriza de Shlomi, evacuada por Israel hace semanas ante la tensión en su frontera norte.
«Los proyectiles cayeron en un área abierta. Las Fuerzas de Defensa de Israel están respondiendo con ataques hacia el origen de los lanzamientos en territorio libanés», informó un portavoz del Ejército israelí.
En otro comunicado, el Ejército aseguró que un «aparato aéreo hostil» intentó infiltrarse en Israel y fue abatido por las Fuerzas de Defensa de Israel, que también interceptó otros «objetos aéreos sospechoso» provenientes del Líbano, en la zona de Alta Galilea.
Asimismo, Israel registró nuevos lanzamientos de proyectiles desde el Líbano contra diferentes áreas del norte de Israel, entre ellos dos contra la zona de Margaliot y Kfar Giladi, sin que se registraran heridos.
Las fuerzas armadas de Israel respondieron a estas agresiones atacando los puntos donde se originaron los lanzamientos.
La frontera entre Israel y Líbano vive su momento más tenso desde 2006, cuando Hizbula y tropas israelíes libraron una guerra. Este domingo, se cumplen 43 días consecutivos de intercambio de fuego en esta frontera, que comenzó al día siguiente de que estallara el conflicto en Gaza.
Ayer mismo, Israel acusó a Hizbulá del lanzamiento de más de 25 cohetes hacia su territorio y atacó de nuevo objetivos del grupo en el sur de Líbano, «incluidos complejos militares».
Además, aviones de combate israelíes atacaron «un sistema avanzado de lanzamiento de misiles tierra-aire» en territorio libanés, tras interceptar la madrugada del sábado un misil disparado hacia una de sus aeronaves.
El grupo chií aliado de Irán, principal enemigo de Israel, reivindicó ayer 13 ataques contra objetivos militares israelíes, uno de ellos con drones, lo que supone una nueva intensificación de sus operaciones.
Desde el comienzo de las hostilidades, se han registrado al menos 103 muertos en la zona: 10 en Israel -7 soldados y 3 civiles- y al menos 93 en el Líbano, incluyendo 72 miembros de Hizbulá, 8 integrantes de milicias palestinas y 13 civiles -entre ellos un camarógrafo de la agencia Reuters y tres niños-.
La violencia fronteriza, cada vez más intensa, incrementa el temor de que se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza, escenario para el que el Gobierno libanés ya se prepara a varios niveles con la ayuda de organizaciones internacionales y agencias de la ONU.