Específicamente, esta evacuación afecta a casi la mitad de la población de la Franja que son unos 1.1 millones de palestinos, anunció la ONU.
La ONU considera que es «imposible que tal movimiento masivo de personas se pueda producir sin consecuencias humanitarias devastadoras».
Además, señala que ahí se encuentra el principal hospital de la Franja, donde atienden a más de 6 mil heridos y tuvieron que abandonar cadáveres en el aparcamiento exterior ya que se llenó la morgue.
Aunque no están claros los motivos, todo apunta a una incursión terrestre por parte de las fuerzas israelíes contra los miembros del grupo de Hamás.
La Liga Árabe pidió a la ONU que intervenga para impedir el «desplazamiento forzado» de palestinos y «evitar un nuevo crimen de guerra cometido por Israel».
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en conferencia de prensa con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que «Hamás no representa al pueblo palestino ni a sus legítimas aspiraciones de vivir en igualdad de condiciones de seguridad, libertad, oportunidades de justicia y dignidad».