La Puerta 36, la valla metálica que divide a México y Estados Unidos, ubicada en Ciudad Juárez, se abrió a lo largo para dejar pasar a los pacientes migrantes, que luego de una travesía de kilómetros, y esperar por horas, lograron su objetivo de ingresar a El Paso, Texas.

Los migrantes, centro y sudamericanos, pero principalmente venezolanos, llegan hasta este punto guiados por lo que llaman la “aplicación CBP-One”, que los va llevando hasta la frontera.

Una vez en el lado estadounidense, si se llega y se logra pasar por la Puerta 36, serán sometidos a una evaluación y deberán comprobar que alguien los recibirá en un punto de Estados Unidos, y se calificará si se les permite ingresar.