La previsión fue divulgada este sábado por el Centro de Monitoreo de Alertas y Desastres Naturales (Cemaden), organismo vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil.
Pese a que la temporada de sequía de la región recién comienza, la caída del nivel de los ríos amazónicos a niveles mínimos ya perjudica la navegación, la pesca, la agricultura, el equilibrio ambiental y abastecimiento de agua, alimentos y combustibles.
Además, en los últimos días se han registrado inéditas mortandades de peces, incluso de al menos 110 delfines.
“Es posible que esa situación de sequía se agrave hasta los meses de diciembre y enero y que solo comience a mejorar en marzo o abril de 2024 (cuando se espera que comience el período de lluvias)», explicó la coordinadora de estudios de Cerdamen, Ana Paula Cunha.