A pesar del percance, los pasajeros resultaron ilesos, pues el piloto pudo maniobrar y regresar al aeropuerto de Nueva Jersey.

El vuelo 510 de United Airlines, operado por un Boeing 777, transportaba 270 pasajeros y 14 miembros de la tripulación.

En ese momento, enfrentó un problema crítico relacionado a la presurización de la cabina, de acuerdo con un portavoz de The New York Post.

Tras el percance, el vuelo pudo aterrizar de manera segura en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty, en lugar de continuar hacía Roma.