Los ucranianos rechazan en un noventa por ciento cualquier cesión territorial para terminar la guerra, según sondeos que indican que el orgullo patriótico y el dolor por las víctimas dominan entre los consultados cuando se cumple un año y medio del comienzo de la invasión rusa a gran escala.

Un sondeo realizado en agosto por la Fundación Ilko Kucheriv Iniciativas Demócratas y el Centro Razumbkov revela que el 90,4 % de los consultados se oponen a una eventual tregua con Rusia que incluya ceder parte de los territorios actualmente ocupados por el estado invasor. Solo un 4.7 % lo aceptaría.

Más ucranianos se muestran partidarios de otras concesiones, como por ejemplo dejar de lado un ingreso en la OTAN o reducir el tamaño de su Ejército, pero el apoyo a esas hipótesis todavía queda por debajo de una quinta parte de la población, según el sondeo.

Su resultado muestra una respuesta clara a quienes «intentan imponer la idea de que los ucranianos deberían ceder en algo para acabar con el sufrimiento y la guerra», según dijo Serguí Shapovalov, analista de Iniciativas Demócratas, en la presentación en Kiev del sondeo.

El analista militar ucraniano Mykola Bielieskov, por su parte, cree que esta voluntad de mantener la lucha es un factor crucial que garantizará el apoyo a largo plazo de los socios extranjeros del país invadido, incluso aunque la contraofensiva actual no muestre pronto muchos progresos.

«Si públicamente dijeran que no nos apoyarían quedarían socavadas la autoridad moral y la estrategia occidentales», declaró Bielieskov en una entrevista con el medio ucraniano «Euromaidan Press».

Menos de la mitad de los ucranianos, el 46.3 %, cree en la estabilidad del apoyo internacional aunque no haya avances significativos en la contraofensiva durante los próximos 3 o 4 meses. El 31.5 % de los consultados sospecha que ese apoyo podría «reducirse sustancialmente», mientras que el 22 % no lo tiene claro.

En caso de que Rusia aumente sus ataques con misiles contra ciudades ucranianas y mate a más civiles un 23 % apoyaría comenzar negociaciones con Rusia para acabar la guerra mientras que un 41.5 % respaldaría continuarla y casi un 21 % preferiría «congelar» el conflicto, pero sin concesiones a los rusos.

A pesar de que la guerra continúa, son más los ucranianos (49 %) que creen que su país va en la dirección positiva que los que piensan que las cosas van a peor (un 32 %).

En general, los ucranianos siempre han tendido a ver la situación en su país de manera pesimista, con breves picos de optimismo tras las elecciones presidenciales, explicó Shapovalov.

Sin embargo, la guerra a gran escala cambió el prisma a través del cual los ucranianos evalúan la situación de su país, que ha aguantado los ataques rusos durante 18 meses.

«Lo más probable es que esta valoración positiva permanezca porque los ucranianos ahora aprecian más al Estado por la amenaza sin precedentes a su propia existencia», sugiere el analista.

Justo como hace un año, el orgullo es la emoción más común, comunicada por el 74 % de los consultados según otro sondeo, realizado en agosto por el grupo demoscópico «Rating». Le sigue el dolor, que dicen sentirlo el 43 % de los consultados, y el miedo, con un 17 %.

El sentimiento de orgullo es más pronunciado entre los de más edad y los que se han quedado en el país, mientras que el dolor y el miedo son más comunes entre las jóvenes generaciones y quienes se marcharon de Ucrania escapando de la guerra.

Pese a la invasión, prevalece el optimismo, pues casi el 70 % confía en que el país progresará en los próximos cinco años. Un 64 % quiere «más democracia» más que una «mano firme», mientras que el 75 % destacan la importancia de que haya medios de comunicación libres.

El sondeo detecta la creciente expansión de la lengua ucraniana. El 82 % de los ucranianos la mencionan como su lengua materna mientras que el 16 % consideran que es la rusa. Sólo el 9 % habla solo ruso en casa, el 30 % mezclan las dos y el 60 % solo ucraniano.

El 45 % de los ucranianos consultados piensan que hablar ucraniano es un signo de patriotismo y solo le superan el voluntariado y la donación (lo hacen un 46 %). Los menores de 35 años (36 %) y los hombres (38 %) creen que servir en el Ejército es uno de los signos más importantes de patriotismo.