Unas 14 mil personas fueron desalojadas en la ciudad de Lublin, en el este de Polonia, luego de que un obrero descubriera una bomba de gran tamaño sin detonar.
La Policía local, las tropas de Defensa Territorial y el transporte de la ciudad ayudaron en la evacuación, que debía completarse antes de que los ingenieros militares puedan retirar la bomba y neutralizarla, según la vocera del ayuntamiento, Katarzyna Duma.
Las carreteras de la zona han sido cortadas a la circulación, mientras que los residentes de la localidad estaban siendo trasladados a lugares seguros en escuelas y otros edificios grandes, agregó Duma.
“Inmediatamente después de recibir información sobre el descubrimiento de una bomba sin detonar, convocamos al equipo de gestión de crisis de la ciudad. Todas nuestras unidades están a la espera y colaboran estrechamente con la Policía, el Ejército y los Bomberos, es decir, los servicios encargados de todo el proceso relacionado con la protección y eliminación del misil”, señaló Krzysztof Zuk, el alcalde de la ciudad.
Concentran a los ciudadanos en un estadio local
Al conocer el riesgo y para facilitar el trabajo de los artificieros, miles de habitantes de la ciudad fueron trasladados a la Arena Lubin, el estadio más grande de la localidad y donde se ubica el albergue temporal.
Aunque no había clases en las escuelas debido a las vacaciones de verano, se suspendió el servicio de las guarderías de la ciudad, mientras que las personas evacuadas tenían la posibilidad de dejar sus casas en compañía de sus mascotas.
Las autoridades pidieron a la población que desconecte el gas, el agua y la electricidad en sus viviendas, que cierren puertas y ventanas y lleven consigo su documentación y los medicamentos que puedan necesitar. Los residentes deberían poder regresar a sus casas a primera hora de la tarde.
Los albañiles descubrieron la bomba de 250 kilos el jueves, enterrada en el piso durante las obras de una nueva zona residencial. Antes de la Segunda Guerra Mundial, en ese terreno había una fábrica polaca de aviones y un aeropuerto que pudieron haber sido objeto de las bombas.
Durante la ocupación de la Alemana nazi, el solar albergó una prisión y un campo de trabajo. En Polonia, que fue escenario de intensos combates durante el conflicto, todavía es habitual la aparición de bombas de la Segunda Guerra Mundial durante las excavaciones.