Durante sus trayectos hacia Estados Unidos, los migrantes en América Latina se enfrentan a una problemática adicional: la desinformación y los fraudes que les pueden costar miles de dólares.
Estas estafas sostienen nuevos modelos de negocio, desde falsos reclutadores de trabajadores hasta traficantes de personas y presuntos asesores legales.
La coyuntura y los constantes cambios en las normas migratorias son aprovechados por personas inescrupulosas para estafar a migrantes ofreciéndoles consejo legal, visas de trabajo, asilo político o formas de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Lamentablemente, no hay garantía alguna sobre lo prometido.
Un sondeo digital realizado entre el 2 y el 16 de junio reveló que de 210 migrantes consultados, más de un cuarto recibió mensajes falsos relacionados con trámites migratorios y ofertas de trabajo, principalmente a través de grupos de Facebook y WhatsApp.
Casi dos terceras partes afirmaron haber sido víctimas de fraudes y desinformación. Uno de los testimonios recopilados relata la experiencia de una persona que pagó por el llenado de una planilla del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), solo para descubrir que era falsa.
Perdió 1.500 dólares y tuvo que realizar el trámite correctamente por su cuenta. Estos casos son solo la punta del iceberg, ya que la mayoría de las estafas rara vez son denunciadas ante entes oficiales.
La Secretaría de Gobernación de México registró 5.684 denuncias de delitos contra personas migrantes en México entre 2016 y noviembre del año pasado, de las cuales solo ocho fueron catalogadas como fraude.
La falta de denuncias en esta categoría se debe en gran parte a que los migrantes deben recurrir a organizaciones de la sociedad civil para recibir representación legal.
Sin embargo, el seguimiento de estos casos se complica debido a que muchos migrantes continúan su intento de cruzar la frontera y dejan los procesos inconclusos.
La desinformación y las estafas continúan multiplicándose impunemente, aprovechando las redes sociales como Facebook, WhatsApp y TikTok.
Aquellos que sienten la necesidad de dejar su país y están dispuestos a aventurarse en una travesía incierta se convierten en blancos fáciles.
Según un monitoreo realizado en redes sociales entre mayo y junio, las pérdidas económicas de los afectados por estos fraudes van desde un dólar hasta 20.000 dólares por persona.
Es urgente tomar medidas para combatir esta problemática y proteger a los migrantes de América Latina en su búsqueda de una vida mejor en Estados Unidos.