El presidente de Colombia Gustavo Petro entregó la Orden de Boyacá, una de las máximas condecoraciones del país, a los militares, indígenas y funcionarios que participaron en la exitosa operación para rescatar a cuatro niños que deambularon por la selva durante 40 días.

La operación fue un trabajo conjunto entre las Fuerzas Armadas y las comunidades indígenas que ubicaron a los niños el 9 de junio tras un accidente de avioneta del 1 de mayo que mató a su mamá y otros dos adultos.

En la casa presidencial, el mandatario elogió la capacidad técnica de los militares y el conocimiento de los indígenas sobre la selva y destacó que más que las medallas, la gran recompensa es la vida.

Durante el rescate miembros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea emplearon helicópteros, satélites y altavoces con una grabación de la abuela de los niños, entre otras tácticas.

La aeronave en la que viajaban los niños se desplomó entre los árboles en una zona remota del departamento de Caquetá (sur).

Pero Lesly (13 años), Soleiny (9), Tien Noriel (5) y Cristin (1) sobrevivieron al impacto y caminaron guiados por el conocimiento “ancestral” de los indígenas, añadió Petro.

El presidente asumió el hallazgo como una victoria de su gobierno. La medalla de la Orden de Boyacá es la segunda distinción de más importancia para los militares y la primera para civiles en Colombia.