Rusia declaró este viernes que el funcionamiento de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada por tropas rusas, puede ser suspendido si no cesan los ataques de los que Moscú culpa a las fuerzas de Kiev.
“En caso del desarrollo negativo de la situación relacionada con el bombardeo de la central nuclear por parte de Ucrania, se puede estudiar poner los reactores 5 y 6 en reserva en frío, lo que conducirá al cierre de la central nuclear de Zaporiyia”, dijo Ígor Kirillov, comandante de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia.
Según Kirillov, la planta nuclear “sufre ataques sistemáticos de las fuerzas armadas de Ucrania desde el 18 de julio”.
Agregó que Ucrania y EE.UU. tratan de causar una avería en la planta atómica para impedir su explotación normal y acusar de ello a Rusia.
Las “provocaciones” de Kiev buscan además crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros en torno a la central, la introducción de fuerzas internacionales y observadores extranjeros en el territorio de la planta, así como la acusación de las Fuerzas Armadas de Rusia de terrorismo nuclear, dijo.
Horas antes Rusia denunció que las autoridades ucranianas preparan una “provocación sonada” en la central de Zaporiyia durante la visita a Ucrania del secretario general de la ONU, António Guterres.
“El 19 de agosto el régimen de Kiev planea una provocación sonada en la central nuclear de Zaporiyia durante a la visita Ucrania del secretario general de la ONU, António Guterres“, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general Ígor Konashénkov.
La planta nuclear, la mayor de Europea, se encuentra bajo el control de Ejército ruso desde marzo pasado, y Moscú y Kiev se acusan periódicamente de ataques que atentan contra la seguridad de la planta.