Luis René Cantú Galván es diputado de la actual legislatura local en Tamaulipas y al mismo tiempo es el presidente del comité directivo estatal del PAN en el estado.

En el ambiente político se le conoce como «El cachorro». Y aunque su apodo pudiese aparecer diminutivo, en realidad resulta superlativo dada la forma en que se maneja este político del nuevo cuño en las alas del presupuesto.

De la mano del Gobernador del estado, el cachorro ha llegado a la cúpula de un partido político que se abrió para zanjar el paso y llegar a lo más alto, dejando en el camino a panistas tradicionales y neopanistas, hasta otros destacados militantes que hicieron también lo propio para que el PAN se empoderase en el estado.

Su trayectoria al lado del gobernador le permite darse algunos lujos que otros miembros del círculo cerrado no tienen como el de dobletear en los cargos con el presupuesto de este país, con las prerrogativas de la cámara de diputados y las prerrogativas del propio comité directivo estatal del PAN.

En su encomienda, que debe ser la más tranquila, las páginas de transparencia le anotan un sueldo mensual de 31,031 pesos netos, que resulta poco si consideramos otras prestaciones que tienen los señores diputados por sus servicios.

Aparte de ahí, le sobra tiempo para dirigir a un partido en el poder que demanda organización y esfuerzo para enfilarse rumbo a la elección del próximo gobierno.

Por ese motivo, el hiperactivo «Cachorro», gana en el PAN, un total de 88 mil 125 pesos de los que obtiene 63,869.60 libres de polvo y paja.

Usted dirá, esa cantidad ya la quisieran muchos que sí trabajan, pero vea usted que es el caso de este joven político, cuyas percepciones destaca. Y si son merecidas y el tiempo le alcanza para dobletear en tan altos cargos, por algo será.