Agencias
Después de tres meses de búsqueda, una madre logró reunirse con su hijo secuestrado, que fue llevado a otro país.
El hospital infantil Francisco de Ycaza Bustamante, ubicado en el sur de Guayaquil (Ecuador), recibió a un niño de un año que tenía golpes y estaba grave, por lo que fue ingresado a terapia intensiva.
Los adultos que llevaron al pequeño al centro de salud lo abandonaron y ahora la Policía intenta localizarlos, pues se tratarían de los secuestradores del pequeño.
La mujer llamada Paola empezó la búsqueda de su hijo el 14 de agosto y recibió una llamada de un hombre desconocido.
Habían pasado algunas semanas desde que le arrebataron a su bebé y el sujeto misterioso le daba luces sobre el paradero del pequeño. El hombre le aseguró a Paola que el pequeño había sido trasladado a Guayaquil.
Con esa única pista, la madre viajó 1,136 kilómetros desde Cali a la ciudad costera ecuatoriana. Llegó al país y lo primero que hizo al arribar a Guayaquil fue interponer una denuncia en la Fiscalía de Guayaquil.
Con dicha alerta, la Unidad de Desaparecidos comenzó la búsqueda del pequeño. Hace un mes, le informaron a Paola que un niño, que coincidía con la descripción de su hijo, ingresó al hospital y que estaba herido.
Al pequeño lo ingresaron al hospital con sus nombres, pero sus apellidos fueron modificados. Paola acudió a la casa de salud y reconoció a su pequeño.
Paola y su hijo se sometieron a una prueba de ADN que confirmó su parentesco. Luego de la travesía, Paola y su bebé se reencontraron. El 1 de diciembre, el pequeño fue dado de alta y la Policía Nacional se lo entregó a su madre.