Agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración desplegaron operativo para detener a la caravana de migrantes que partieron de Chiapas, donde aseguraron que era para ofrecerles albergue, comida y trabajo.
Los agentes instalaron su operativo en punto de revisión a unos cinco kilómetros de la ciudad de Arriaga, ubicada en los límites con el estado de Oaxaca.
Algunos migrantes accedieron a bajar de los vehículos de manera voluntaria, pero otros negaron hacerlo y los agentes los bajaron por la fuerza.
Deli Yanet, originaria de Guatemala, dijo que las autoridades “le pasaron por encima” porque no quería soltar a su hija, a quien iban a llevar y le provocaron lesión en el pie izquierdo, esto porque no quiso bajar de los vehículos donde solo viajaban mujeres y niños.
De acuerdo con Aristeo Taboada, representante estatal del INM, le marcaron el alto a los vehículos para ofrecer a los migrantes albergue, comida y trabajo, sin embargo dijo que no quisieron recibir ayuda y lo único que buscaban es llegar a la Ciudad de México para regularizar su estancia en el país.
“Las autoridades se acercaron a los vehículos, les dijimos que no nos tocaran porque somos migrantes, trabajadores, y no venimos a pedirle nada a nadie. Nos dijeron que bajáramos de los vehículos ya que nos iban a llevar a migración y nos iban a dar papeles (documentos)”, relató Estela León proveniente de Guatemala.
En un comunicado, el INM lamentó que los líderes de la caravana Irineo Mujica, de la organización Pueblos Unidos Migrantes, y Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana, “obstruyan y descalifiquen” las propuestas para regularizar a las personas, lo que, dijeron, afecta de manera directa a la población migrante y hace que permee el ambiente de animadversión hacia la autoridad.
La caravana, en su mayoría la conformaron centroamericanos y haitianos, salió a las 15:30 hora local del municipio de Tonalá, desde donde recorrieron 18 kilómetros para avanzar hasta Arriaga, en la costa de Chiapas.
Cabe destacar que desde el 23 de octubre, los migrantes recorrieron más de 200 kilómetros, en medio del dolor que ocasionó la muerte por disparos de la Guardia Nacional a migrante cubano, el pasado fin de semana.