Agencias

Francisco se despidió de Eslovaquia con una multitudinaria misa en la que participaron cerca de 50 mil personas en el Santuario Nacional de Sastin, tras un viaje intenso en el que se le ha visto en forma tras su reciente operación y en el que han regresado, tras la pandemia, los baños de masas durante sus visitas internacionales.

El papa Francisco, de 84 años, disipó todas las dudas sobre su estado de forma tras la operación de colon de julio pasado y por la que tuvo que estar ingresado diez días, ya que se ha mostrado en forma, sin dar señales de cansancio, como en otros viajes internacionales, durante la intensa visita que emprendió el pasado domingo en Budapest y Eslovaquia.