Que difícil es ver al candidato por la Diputación al V Distrito, Óscar Almaraz, recorriendo las calles, saludando más de 100 personas diariamente, de beso y abrazo, visitando sus hogares, sin miedo a contagiarse, o contagiar de Covid-19, enfermedad que ha costado más de 200 mil muertes en México y más de Cinco mil en Tamaulipas.

Me queda claro que las restricciones sanitarias no son parejas, los empresarios, dueñas de negocios batallando, comprando gel antibacterial, tapetes, personal para tomar temperatura o aparato para instalarse en las entradas, con porcentajes de cuánta gente puede entrar a comprar en sus tiendas, con restricciones de cuántos comensales pueden llegar a su restaurante, todo puesto a la medida cada 15 días por un decreto que no contempló, al menos hasta ahora, las campañas políticas, los recorridos de los candidatos, las loterías y todo aquella parafernalia política.

Cuántas pruebas PCR le pidieron al candidato para los recorridos, como se les solicitó a los deportistas para reactivarse en un campo de fútbol, cuantas veces tiene que hacerse prueba de Covid-19, Óscar Almaraz, si diariamente saluda dos o tres colonias de Victoria.

Porque las autoridades de Coepris no están detrás de ellos multando, como si lo hicieron con los negocios de los tamaulipecos, que no ven que no hay sana distancia, que no se dan cuenta que entregan su “kit de campaña” y andan por todas las colonias recorriendo Victoria, ¿preguntan necesidades básicas?, apoco no ven lo que han dejado de hacer y sigue a la vista de todos, apoco no saben que miles de familia no tienen agua y que las calles que transitan parecen queso gruyere, entre otras necesidades palpables.

El decreto no lo contempló o no lo quiso contemplar; sólo espero que Óscar Almaraz no tenga Covid-19 y no le dé en esta campaña, podría ser peor la consecuencia, que entrar de dos personas en la tienda, o jugar fútbol en un campo de once o asistir en un restaurante con pocas mesas.

Que tengan un excelente domingo.