Agencias

El Puebla tiene ángel, el equipo de Nicolás Larcanon está siendo una grata revelación y es que a pesar de que la causa parece perdida, su equipo suele tener alma y sangre para no darse por vencido y así fue como encontraron el triunfo 2-1 viniendo de atrás para derrotar a León que está metido en una severa crisis.

El Puebla tuvo un primer tiempo para el olvido, León se adueñó de la pelota desde el inicio y un penal fue la obra con el que la escuadra de Nacho Ambriz se puso al frente, y es que Ángel Mena fusiló a Silva para mandar guardar el esférico.

En el segunda mitad los de Larcamon tuvieron una actitud diferente, además de que el estratega cuando vio que el juego se le iba de las manos decidió mandar al terreno de juego al camisa 14, el mismo que suele resolver los partidos para Puebla y el equipo tuvo más seriedad en ataque.

En cuanto el árbitro decretó la pena máxima a favor de los camoteros, Ormeño de inmediato tomó la pelota con esa personalidad que lo caracteriza, se plantó frente al manchón y dejó congelado a Rodolfo Cota.

Ormedios, como le dicen los aficionados de Puebla, empezó el partido desde la banca, las pocas ocasiones de gol que tuvieron los enfranjados cuando este no estuvo en el campo de inmediato hacían pensar que Larcamon se equivocó, pero el destino tenía algo preparado para el atacante mexicano que es buscado por la selección de Perú.

Cuando el partido ya agonizaba el Puebla sacó la garra y con un certero testarazo del Fideo Álvarez el balón culminó en las redes de Cota. Puebla dormirá en el cuarto puesto de la clasificación jugando bien y con un equipo repleto de personalidad.