Las nuevas reglas que emitió la Secretaría de Energía (Sener) en diciembre para los importadores de combustibles amenazan con provocar, a mediados de año, una escasez de hasta 30 por ciento en el suministro de gasolinas y de gas LP en México, advirtió Beatriz Marcelino, presidenta de Grupo Ciita, consultora energética.

«Habría desabasto de combustibles, porque en promedio un 30 por ciento de ellos es lo que suministran a estaciones de servicio las empresas privadas por la vía de importaciones y el otro 70 por ciento es lo que distribuye al mercado Pemex».

Señaló que los efectos de la medida estarían agravándose a más tardar a mediados de año, porque las firmas extranjeras, al ver esta reducción de los permisos a cinco años, ya no les es tan redituable comercializar en México, porque tendrían insuficiente tiempo para recuperar la inversión en infraestructura de logística y almacenaje.

«Los permisos de importación de combustibles empiezan a vencer a mediados de este año, que es cuando veremos las consecuencias de una reducción de importaciones por causa del acuerdo que publicó la Sener en diciembre pasado», advirtió la consultora.

«Ya hemos contado 23 permisos que se vencen este año, lo que aumentará los costos de logística de las gasolineras o distribuidores de gas que venden producto de importación».

Sin cumplir el plazo reglamentario y desoyendo las opiniones y requisitos de las Comisiones Federal de Competencia Económica (Cofece) y Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), las Secretarías de Energía y de Economía emitieron el 26 de diciembre un acuerdo que limita a los privados la importación de petrolíferos e hidrocarburos.

Explicó que con este acuerdo, la Sener reduce de 10 a sólo 5 años la vigencia de los permisos de importación de combustibles y establece nuevos requisitos, como el límite de 30 días hábiles para ejercerlos, lo que se contrapone con la obligación de darse de alta ante el padrón de importadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que tarda hasta 3 meses.

«Sener dice que el SAT tarda de 12 a 15 días en tramitar una alta en el padrón de importadores, lo que por experiencia sabemos que no es cierto».

Indicó que se trata de una trampa para favorecer a las Empresas Productivas del Estado, como Pemex y CFE, pero acabará por perjudicar a los consumidores.