Agencias
Una mujer de Kansas recibió una inyección letal el miércoles por estrangular a una mujer embarazada en Missouri y extirparle el bebé. Fue la primera vez en casi siete décadas en que el gobierno de Estados Unidos ejecuta a una reclusa.
Lisa Montgomery, de 52 años, fue declarada muerta a las 01:31 horas tras recibir una inyección letal en el complejo penitenciario federal de Terre Haute, Indiana. Fue la 11ma persona encarcelada que recibe la inyección desde julio, cuando el presidente Donald Trump, ferviente defensor de la pena capital, reanudó las ejecuciones federales tras 17 años.
Cuando se levantó la cortina de la sala de ejecuciones, Montgomery pareció momentáneamente desconcertada al ver a los periodistras que la observaban desde detrás de un grueso vidrio. Cuando comenzó el proceso de ejecución, una mujer que estaba de pie junto a ella, se inclinó, le sacó la mascarilla y le preguntó si quería decir unas últimas palabras. “No”, contestó Montgomery en voz baja.
Movió los dedos nerviosa durante varios segundos, pero no mostró más signos de angustia y cerró rápidamente los ojos.
“Esta noche se ha puesto de manifiesto la cobarde sed de sangre de un gobierno fallido”, dijo la abogada de Montgomery, Kelley Henry, en un comunicado. “Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza”.
“El gobierno no se detuvo ante nada en su empeño por matar a esta mujer dañada y delirante”, apuntó Henry. “La ejecución de Lisa Montgomery estuvo lejos de la justicia”.
Se produjo tras horas de disputas legales antes de la Corte Suprema allanó el camino para que el proceso continuase. Montgomery era la primera de los tres reos federales que iban a ser ejecutados antes de la toma de posesión del presidente electo, Joe Biden, la próxima semana. Se espera que el demócrata suspenda las ejecuciones federales.