Agencias
Los rumanos participaron en elecciones legislativas con la esperanza de recuperar algo de estabilidad tras cinco años de turbulencia social y política en uno de los países más pobres de Europa.
Más de 18 millones de rumanos están registrados para participar en los comicios parlamentarios, pero se vaticina que la concurrencia a las urnas será escaza debido al peligro del coronavirus.
Hasta el momento Rumania ha registrado más de 500 mil casos y más de 12 mil muertes por coronavirus.
Según las encuestas, el centroderechista Partido Nacional Liberal (PNL) es el favorito con 30% de la preferencia. El partido es de tendencia socialmente conservadora, favorece las medidas de austeridad y las relaciones con la UE.
Si las encuestas aciertan, el partido se convertirá por primera vez en su historia el mayor en el parlamento bicameral de 465 escaños. Aun así, no tendría una mayoría absoluta y probablemente tendrá que forjar alianza con el USR-Plus, de tendencia progresista y que parece encaminado a capturar el 20% del voto.
Ambos partidos han prometido despolitizar el servicio público, proteger la independencia de los tribunales, imponer la disciplina fiscal y mejorar los sistemas educativo y sanitario.
Sin embargo aparentan discrepar en cuanto a cómo desmantelar el sistema de prestaciones públicas y la excesiva burocracia, al que ambos atribuyen la hegemonía durante décadas del izquierdista y populista Partido Socialdemócrata.