Ciudad Victoria, Tamaulipas.— La noche del 11 de diciembre, las escalinatas del Santuario de Guadalupe se llenaron de fieles que acudieron para celebrar con devoción el aniversario de la Virgen de Guadalupe, en una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad.

Entre velas encendidas, cantos y oraciones, la comunidad recibió el fuego guadalupano, traído desde la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México por un grupo de peregrinos que, con emoción y esfuerzo, lo entregaron como símbolo de fe y unidad.

La celebración eucarística fue presidida por el Obispo de Ciudad Victoria, Mons. Óscar Tamez Villarreal, quien invitó a los presentes a mantener viva la esperanza y la confianza en la intercesión de la Morenita del Tepeyac.

El momento culminante llegó con las mañanitas y los cantos guadalupanos, entonados por cientos de voces que, al unísono, llenaron el santuario de un ambiente profundamente emotivo. Una noche de fe, tradición y gratitud que reunió a familias, jóvenes y peregrinos en un mismo sentimiento: honrar a la Virgen de Guadalupe.