Lo anterior ocurriría ante la gran cantidad de trabajadores indocumentados que sostienen sectores económicos de EE.UU.
Trump promedió que a partir de su primer día como presidente deportará a los 11 millones de migrantes indocumentados, muchos de los cuales trabajan en restaurantes, granjas y cultivos.
La organización sin fines de lucro American Immigration Council calcula que perder a dicha fuerza laboral, representaría una caída del PIB de uno a dos billones de dólares, lo que son entre el 2 y 3% del PIB.
Stephanie Ferguson Melhorn, directora de Políticas de Fuerza Laboral y Trabajo Internacional de la Cámara de Comercio, explicó que cuentan con 8 millones de trabajos en oferta y sólo 6.8 millones de trabajadores desempleados, lo que quiere decir que si cada desempleado estadounidense encontrara trabajo, aún faltaría para completar la oferta.
El profesor Raúl Hinojosa de la Universidad de California en Los Ángeles dijo al medio La Jornada que en 2022, los extranjeros en Estados Unidos contribuyeron a casi el 14% del PIB, 3.83 billones de dólares.
El Instituto de Políticas Migratorias de Estados Unidos señala que los mexicanos son el 45% del total de indocumentados, unos 5.1 millones.