Durante una entrevista por videollamada con el viceprimer ministro italiano Matteo Salvini, Musk señaló: “Al final del día, espero que se acuerde que tanto Europa como Estados Unidos deberían avanzar, idealmente, hacia una situación de cero aranceles, creando efectivamente una zona de libre comercio entre Europa y América del Norte”.
Estas declaraciones surgen en el contexto de las políticas comerciales impulsadas recientemente por el expresidente Donald Trump, quien anunció un arancel base del 10 % sobre diversas importaciones, incluyendo un 20 % específico para productos provenientes de la Unión Europea. Estas medidas han reavivado el debate entre líderes mundiales sobre el rumbo de las relaciones comerciales internacionales.
En respuesta a los comentarios de Musk, Peter Navarro, exasesor comercial de la Casa Blanca, sugirió que el empresario está motivado principalmente por intereses empresariales. Según Navarro, Tesla depende en gran medida de una cadena de suministro global, por lo que es natural que Musk se oponga a los aranceles que podrían afectar sus operaciones.
La discusión sobre los aranceles también ha influido en el discurso político en otros países. En el Reino Unido, por ejemplo, se espera que el primer ministro Keir Starmer reconozca el fin de la globalización tal como se conocía y promueva reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico, como respuesta al cambiante panorama comercial internacional.
Con sus declaraciones, Musk se suma al debate sobre el futuro del comercio global, subrayando la necesidad de abrir las economías y eliminar barreras para fomentar la competitividad y el desarrollo económico. Su propuesta de una zona de libre comercio entre EE.UU. y Europa plantea una visión alternativa a las políticas proteccionistas que han ganado terreno en los últimos años.