El uso de este tipo de seguridad ha sido calificado como excesivo, especialmente si se compara con otras celebridades como Taylor Swift o Beyoncé, quienes suelen movilizarse con menos protección y sin acompañamiento policial. Meghan incluso contrató exagentes del Servicio Secreto como escoltas.
Este caso recordó el incidente de mayo de 2023, cuando Meghan y el príncipe Harry denunciaron una “persecución casi catastrófica” por parte de paparazzis en Nueva York. Sin embargo, la policía minimizó el hecho, señalando que no hubo accidentes ni heridos.
Por su parte, el príncipe Harry sigue enfrentando una batalla legal en el Reino Unido para recuperar la seguridad estatal que le fue retirada tras abandonar sus deberes reales en 2020. La controversia refleja el debate sobre los derechos de seguridad de los exmiembros de la familia real.
A pesar de las críticas, Meghan expresó en redes sociales su entusiasmo por la obra y elogió la actuación de Audra McDonald. El público se encuentra dividido entre quienes apoyan su necesidad de seguridad y quienes consideran sus medidas como innecesarias.