El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se jactó el jueves de que su operación militar en Ucrania ha fortalecido a Rusia y negó que la destitución de Bashar Assad en Siria, un aliado clave de Rusia, haya dañado el prestigio de Moscú, en su conferencia de prensa y programa donde recibe llamadas del público, un evento que realiza anualmente.
Utilizó el programa, cuidadosamente coreografiado, que duró unas 4 horas y media, para reforzar su autoridad y demostrar un control total de todo, desde los precios al consumidor hasta el equipo militar.
Afirmó que el envío de tropas a Ucrania en 2022 impulsó el poder militar y económico de Rusia. También dijo que, si pudiera volver en el tiempo, «habría pensado que tal decisión debería haberse tomado antes» y que Rusia debería haberse «preparado para ello con antelación y más a fondo».
«Rusia se ha vuelto mucho más fuerte en los últimos dos o tres años porque se ha convertido en un país verdaderamente soberano», dijo.