En un controvertido anuncio desde el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, Donald Trump, presidente electo, expuso una de las propuestas más contundentes de su agenda de gobierno.
La pena de muerte para quienes sean hallados culpables de traficar o abusar sexualmente de mujeres y niños, así como para líderes de cárteles de narcotráfico responsables de inundar Estados Unidos con drogas.
¿Cuál es el propósito de esta nueva ley?
Trump justificó su propuesta argumentando que las penas actuales no son suficientes para disuadir estos crímenes y que es necesario enviar un mensaje contundente a quienes ponen en riesgo la seguridad de las personas más vulnerables.
A palabras de él, el tráfico de personas y el narcotráfico están desangrando a las comunidades estadounidenses, y que es hora de tomar medidas extremas para erradicar esas amenazas. La pena de muerte será una herramienta efectiva para lograrlo.
¿Cuál fue el lugar para dar discurso y presentar la ley?
El presidente electo eligió escenario el muro fronterizo con México, una obra emblemática de su mandato previo, para subrayar su compromiso con la seguridad fronteriza y la lucha contra el crimen organizado.
Durante su intervención, también prometió aumentar los controles migratorios y desarticular pandillas criminales que operan en territorio estadounidense.
¿Hay algún debate sobre esto?
La propuesta de Trump ha encendido un intenso debate. Sectores conservadores la han aplaudido como una medida necesaria para proteger a las familias estadounidenses, mientras que organizaciones de derechos humanos la han criticado por considerarla una violación de los derechos fundamentales y por su potencial de abuso en el sistema judicial.
En algunos estados de Estados Unidos, donde la pena de muerte sigue siendo un tema divisivo, se anticipa que la propuesta enfrentará barreras legales y sociales significativas.