“El gobierno federal nunca se ha disculpado formalmente por lo ocurrido, hasta hoy”, declaró Biden, destacando la gravedad de estos actos que califica como “atrocidades” cometidas bajo la autoridad del Estado.

Durante un acto simbólico en la comunidad indígena del Río Gila, en Arizona, el presidente expresó su pesar ante representantes y líderes nativos. “Como presidente de Estados Unidos, me disculpo formalmente por lo que hicimos. El dolor que causamos siempre será una huella imborrable de vergüenza, de sangre, en la historia de Estados Unidos”, añadió.

La disculpa esta en un contexto de creciente reconocimiento a nivel nacional de los derechos de los pueblos indígenas y de la necesidad de reconciliarse con un pasado marcado por el desplazamiento y la discriminación. En las últimas décadas, diversos informes han documentado los efectos traumáticos de estos internados, donde miles de niños indígenas fueron alejados de sus familias y sometidos a condiciones de abuso físico y emocional.