El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró este jueves que permitir el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania para atacar territorio ruso sería considerado por Moscú como una intervención directa de la OTAN en el conflicto.

«Esto significará que los países de la OTAN —Estados Unidos y Europa— están en guerra con Rusia. Y si este es el caso, entonces, teniendo en cuenta el cambio en la esencia del conflicto, tomaremos decisiones apropiadas en respuesta a las amenazas que se nos presenten», dijo.

Según el presidente de Rusia, «el ejército ucraniano no es capaz de usar sistemas de alta precisión y largo alcance suministrados por Occidente».

Estados Unidos ya proporciona inteligencia a Ucrania y ha asistido en la orientación, aunque no con los sistemas de largo alcance que actualmente se están considerando.

La Dra. Stacie Pettyjohn, investigadora principal del Centro para una Nueva Seguridad Americana, señala que las fuerzas ucranianas podrían tener acceso a otros recursos de inteligencia, como imágenes satelitales comerciales, dependiendo del objetivo.

En una conferencia de prensa el jueves, el secretario de Estado Antony Blinken reiteró que, como parte de la asistencia militar continua a Ucrania, Estados Unidos proporciona inteligencia a las fuerzas ucranianas, pero no aclaró si aumentará este intercambio de información.

En octubre de 2023, Estados Unidos suministró por primera vez a Ucrania misiles del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), que tienen un alcance máximo de aproximadamente 186 millas (299,33 kilómetros). Kyiv ha presionado durante mucho tiempo a sus aliados para que le permitan utilizar sistemas de armas con mayor alcance dentro del territorio ruso.