El presidente estadounidense Joe Biden dijo el domingo que hablará con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y cree que se debe evitar una guerra total en Oriente Medio.
«Tiene que ser», dijo Biden a periodistas cuando abordaba el avión presidencial rumbo a Washington. «Realmente tenemos que evitarla».
El mismo día, ataques aéreos israelíes en todo Líbano mataron a decenas de personas. El mandatario no dijo cuándo planeaba hablar con Netanyahu.
El grupo político-paramilitar Hezbollah, el cual es respaldado por Irán, sufrió una serie de golpes mortales en su estructura de mando, incluido el asesinato de su líder general, Hassan Nasrallah, parte de una serie de ataques israelíes cada vez más osados con el objetivo de socavar las capacidades ofensivas de la agrupación contra su territorio.
Decenas de miles de israelíes y libaneses que residen cerca de la frontera entre ambos países se han visto obligados a evacuar luego que Hezbollah ha lanzado cohetes casi a diario en dirección a Israel durante los últimos 11 meses, a los que el gobierno israelí ha respondido con su propia ofensiva.
Ante esa gran cantidad de desplazados a ambos lados de la frontera, Washington ha tratado de presentar una resolución negociada que les permitiría volver a casa y evitar un conflicto regional más amplio.
Horas antes el domingo, el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Israel ha «destruido» la estructura de mando de Hezbollah con una serie de ataques aéreos que cobraron la vida de Nasrallah y varios otros dirigentes del grupo.
Pero Kirby advirtió que Hezbollah trabajará para reagruparse rápidamente.