Este martes, el presidente López Obrador ofreció su conferencia “mañanera” en Palacio Nacional, iniciando con su reporte sobre la situación de seguridad en México.
Rechaza diálogo con ministra presidenta
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este martes la petición de diálogo de la titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, sobre la polémica reforma que impulsa el Gobierno para elegir por voto popular al Poder Judicial.
“Yo no tengo ya nada que ver en esto, ya entregué mi iniciativa, de acuerdo a mis facultades, y estoy convencido de que hace falta la reforma al Poder Judicial», expresó el mandatario en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano respondió a cuestionamientos de la prensa sobre las críticas de Piña, quien el lunes pidió a López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, un diálogo directo sobre la reforma judicial, que transformaría el sistema y resultaría en elecciones para votar a jueces, magistrados electorales y a la SCJN.
En un evento público, la presidenta de la Suprema Corte reconoció que el Poder Judicial «necesita una reforma», pero alertó de que los comicios incentivarían la llegada de jueces ligados a «los grupos de poder».
López Obrador respondió ahora que el diálogo deberá ser con la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, al insistir en que la elección popular de jueces no es negociable.
Además, indicó que le «molesta mucho que durante bastante tiempo se estuvo protegiendo a jueces corruptos y se dio libertad a gente que debía estar en la cárcel» porque, según él, «se protege todavía, a delincuentes del crimen organizado y a delincuentes de cuello blanco”.
«Con todo respeto, le diría a la presidenta: ¿Por qué no resuelven lo del pago de impuestos de los grandes empresarios o banqueros? ¿Por qué se tardan tanto en resolver, lo que debe ser de rápida decisión?», manifestó.
El presidente destacó la legitimidad popular de la reforma tras la elección del 2 junio, en la que la oficialista Sheinbaum se impuso con un récord de casi 36 millones de votos, cerca del 60 % del total, y la alianza del oficialismo tendrá ‘supermayorías’ en el Congreso para modificar la Constitución sin negociar.
Con ello, la reforma se aprobaría en septiembre, cuando ya habrá un nuevo Congreso, pero antes de la investidura de Sheinbaum, el 1 de octubre.
“Para que vayan aprendiendo a respetar al pueblo, para eso fue esa elección de hace mes y medio. La lección de la elección: no menosprecies al pueblo de México, respeta al pueblo de México, no creas tonto al pueblo de México», señaló el mandatario.