El gobierno de Estados Unidos anunció que está en conversaciones con otros gobiernos para repatriar a los migrantes irregulares, luego de imponer restricciones en las solicitudes de asilo. El presidente Andrés Manuel López también expresó su interés en que Washington llegue a acuerdos para deportar a los migrantes directamente a sus países de origen en lugar de devolverlos a México. El subsecretario de Seguridad Nacional estadounidense, Blas Nuñez-Neto, afirmó que están en constante comunicación con diversos gobiernos para acelerar el proceso de repatriación de personas sin base legal en Estados Unidos.
Estas medidas buscan repatriar a un mayor número de personas de manera más rápida, ya sea a sus países de origen o a México. A pesar de las preocupaciones surgidas tras las restricciones anunciadas por Biden, Nuñez-Neto aseguró que no han visto un flujo elevado en la frontera y que las cosas están operando de manera satisfactoria. Por su parte, López Obrador se mostró a favor de las deportaciones directas de los migrantes a sus países de origen y descartó una posible saturación en la frontera norte de México.
México ha aceptado deportados mexicanos y otros migrantes de diversas nacionalidades, en un compromiso asumido en 2023 en respuesta a normativas más estrictas para obtener asilo impuestas por el gobierno de Biden. Desde principios de año, México ha intensificado los controles en la frontera para evitar que los migrantes lleguen a Estados Unidos, en línea con acuerdos bilaterales entre ambos países.
El papel de México es crucial en la implementación de las políticas migratorias estadounidenses, según el director para México del International Rescue Committee (IRC), Rafael Velásquez. A pesar de los esfuerzos mexicanos para contener a los migrantes, son pocos los que son deportados, lo que lleva a que muchos se queden en ciudades alejadas de la frontera con Estados Unidos.
En resumen, las conversaciones entre Estados Unidos y otros gobiernos para repatriar a los migrantes irregulares buscan acelerar el proceso de deportación y evitar que los migrantes se queden en limbo en México. Estas medidas forman parte de los esfuerzos conjuntos para controlar el flujo migratorio en la región.