Ciudad Victoria.- En los linderos del Mercado Argüelles, ubicado en la intersección de las calles 6 y 7 Hidalgo de la capital tamaulipeca, se encuentra un puesto que destaca entre la multitud. Es el puesto de Don José Luis y su hijo Elder Márquez, quienes desde hace 30 años han estado ofreciendo su preciado Chile Piquín, cultivado y cosechado en el corazón de Tamaulipas.

La historia de la familia Márquez está profundamente arraigada en la tierra fértil de Tamaulipas. Desde generaciones atrás, han dedicado su vida al cultivo de este picante y aromático chile, que es un ingrediente fundamental en la cocina tamaulipeca.

Elder, conocido por amigos como “Perruchy”, con sus manos curtidas por el trabajo, comparte con orgullo cómo su amor por el Chile Piquín se ha transmitido de generación en generación. «Es parte de nuestra familia», me dice con una sonrisa, mientras revisa cuidadosamente los chiles en su puesto.

Aunque la lluvia ha sido poca, la tradición continúa con entusiasmo y determinación. Conocedor de cada etapa del proceso de cultivo y cosecha, Elder se enorgullece de ofrecer un producto de calidad que lleva el sabor auténtico de Tamaulipas a los hogares de Ciudad Victoria y más allá.

El Chile Piquín de la familia Márquez no solo es apreciado por su sabor excepcional, sino también por su frescura y autenticidad. Cultivado con técnicas tradicionales y un profundo respeto por la tierra, cada chile es un testimonio del cuidado y la dedicación que la familia Márquez invierte en su producto.

Los clientes del puesto de Don José Luis y Elder no solo adquieren Chile Piquín, sino que también se llevan consigo un pedazo de la rica historia y tradición culinaria de Tamaulipas. Es un vínculo que une a la familia Márquez con la comunidad, creando lazos que perduran más allá de la transacción comercial.