Luego de que la ciudad de Brasil pidiera a sus ciudadanos evacuar, algunos se resisten a hacerlo por miedo a los robos y por no tener a dónde ir.
Después de las alertas de la semana pasada, el Ayuntamiento de Canoas, pidió por redes sociales y mediante camiones con altavoces, que habitantes de siete barrios dejaran inmediatamente sus casas.
En Niteroi ya hay decenas de viviendas cerradas, mientras que los vecinos que aún no se han ido, salen a todas horas para ver cómo está el dique que separa las calles de Gravataí.
El agua está subiendo “unos 10 centímetros cada dos horas”, el dique, según Gamalho, “está sufriendo y puede romperse”.